El 15 de agosto es el día con mayor número de festividades y conmemoraciones religiosas en la mayoría de los países con religión cristiana, todas relacionadas con la Virgen María, la madre de Jesús.
Esta Festividad de Santa María es la celebración que reconoce a la Virgen María como maestra espiritual, dejando de ser “solo” la madre de Jesús, por eso se celebra el día de la Virgen del Tránsito o el día de la Virgen de la Asunción.
El Tránsito o Asunción de Santa María nos habla del último día del viaje terrenal físico de esta maestra espiritual, que llegó a un nivel tan elevado de pureza que en el momento de dejar este mundo se pudo elevar a los cielos con su propio Cuerpo Físico y su Alma encarnada.

¡Santa María se llevó su Cuerpo Físico al cielo sin morir!
Este suceso no es exclusivo de la Virgen María, solo es posible para los grandes maestros espirituales que deciden elevar su Cuerpo Físico como un vehículo necesario para actuar terrenalmente aquí en el plano físico.
Con el objetivo de realizar servicio a la humanidad desde su propio Cuerpo Físico como Maestra Ascendida, de ahí todas las apariciones de la Virgen María por todo el mundo.
La Virgen María fue una maestra de sabiduría aquí en la tierra, desde los templos iniciáticos de Isis en Egipto hasta su proceso de Asunción.
Una Maestra Amorosa que sigue asistiendo a toda la humanidad desde su pureza de corazón y en armonía con la consciencia de la madre tierra.
Para poder ascender el Cuerpo Físico es necesario un proceso elevado de purificación, de sutilización de la materia física, de alquimia, por eso fue elegida para dar a luz a su hijo Jesús, porque su Cuerpo Físico podía sostener esa vibración tan elevada de luz.
Todos los sabios, gurús y maestros ascendidos, nos muestran el camino evolutivo a seguir como individuos y como humanidad, en armonía con el proceso evolutivo de la madre tierra.

Ese proceso evolutivo pasa ineludiblemente por la purificación de todos nuestros cuerpos energéticos.
Sanar y purificar nuestros cuerpos energéticos de todo aquello acumulado en muchas vidas de caída de consciencia, heridas de Alma, heridas de corazón, densidades de nuestras vidas y experiencias de oscuridad que nuestra Alma ha experimentado.
Soltar todas las cadenas del pasado que nos jalan hacia los infiernos de la densidad.
Purificar para elevar la vibración del Cuerpo Físico/Etérico, del Cuerpo Emocional, del Cuerpo Mental y de los Cuerpos Espirituales.