La Navidad, una gran y misteriosa época del año en la que todos estamos felices compartiendo (al menos la mayoría).
Es una época en la que la energía amorosa está más a flote, las personas sonríen más, ayudan más, comparten más.
A pesar de toda la industria que acompaña a la Navidad, en el fondo se vive una energía muy bonita durante estos días.
La Navidad es un momento del año para estar en familia, para ir hacia el interior.
El simbolismo esotérico de la Navidad nos desvela la parte oculta que se esconde detrás de las luces que adornan las calles y de las fiestas que celebramos.
La Navidad es un momento del año para ir hacia adentro, para revisar lo que queremos liberar, para revisar lo que queremos sacrificar en nuestras vidas.
Soltar y liberar lo viejo para dar paso a lo nuevo.
Durante la Navidad las Energías Crísticas descienden para acompañarnos a integrar el amor en todos sus niveles de consciencia.
¿Qué son las energías Crísticas?
Si salimos de los prejuicios adquiridos de lo que significa para nosotros la Navidad y nos adentramos a su consciencia energético-espiritual, un nuevo mundo se abre ante nosotros.
Las energías Crísticas son la integración de nuestra alma encarnada con nuestra personalidad.
Cuando nos trabajamos espiritualmente con consciencia de los mecanismos del alma, comprendemos que la energía crística son un estado de consciencia.
Un estado de consciencia en el que desde nuestra personalidad integramos la visión y la sabiduría del alma encarnada, viviendo una vida más plena.
Para ello es importante trabajar nuestros cuerpos sutiles, nuestras auras, nuestros chakras, nuestros mecanismos eléctrico-magnéticos.
Todo depende de la capacidad de recibir y de conductivizar las energías de alta vibración que descienden de nuestra alma (y de nuestra jerarquía espiritual) a nuestros cuerpos.

La clave está en preparar nuestros cuerpos para ser altamente receptivos a las energías Crísticas, que en estos días que se celebra la Navidad están más presentes que nunca.
¿Qué puedes hacer para estar preparado y aprovecharlas al máximo?
1. Tómate una ducha/baño con sal y lavanda cada día.
Esto te ayudará a conectar contigo mismo/a y si además mientras tomas este momento para ti haces respiraciones conscientes aún mejor.
2. Escribe todo lo que quieres sacrificar de tus debilidades.
¡Esta parte me encanta!
La clave está en hacerte una lista de todas las cosas que no quieres repetir en este nuevo año que estará por iniciar en breve.
Los sacrificios NO son de cosas buenas o de dejarte la piel.
Los sacrificios son nuestras debilidades más animales, que nos conectan con nuestra naturaleza inferior.
Por eso, antaño, se hacían sacrificios de animales como simbolismo de la naturaleza inferior.
Hoy sabemos que no es necesario sacrificar a ningún animal, sino nuestras debilidades inferiores, que en Cristianismo se conocen como los 7 pecados capitales:
1. Ira
2. Gula
3. Avaricia
4. Pereza
5. Lujuria
6. Envidia
7. Soberbia

Así que te invito a crearte una lista de cosas que quieres eliminar de tu sistema en relación con estas 7 debilidades que a cierto nivel todos tenemos.
Porque, aunque haga años que te trabajas y que avanzas en tu desarrollo, seguro que encuentras algún nivel de verdad en el que se activan estas debilidades.
3. Toma tu lista y trabaja con la pizarra mágica para recodificarlas en tu sistema.
En sí la pizarra mágica es una herramienta de sacrificio de nuestras debilidades.
Porque si cada uno de nosotros se trabaja a sí mismo y se mejora, uno a uno sumaremos la totalidad y entre todos haremos un mundo mejor, donde las personas se respeten y se ayuden unas a las otras.
Parece idílico, incluso cuando lo escribo, pero a la vez es un sueño que si sueño sola se quedará en un sueño. Pero si lo vivimos varios lo podemos hacer realidad.
Este trabajo personal durante los días previos a la Navidad, nos prepara par recibir y conductivizar de forma apropiada las energías Crísticas.
Cuanto más limpios energéticamente estemos, ¡mejor!
Las energías Crísticas se hacen muy presentes en estos días y aprovechar esta oportunidad de crecimiento personal es un regalo de verdad.
Sin ir más lejos, la mayoría de las personas alrededor del mundo, tienen un árbol adornado, natural o fabricado, que decora entradas y salones.
El árbol de Navidad nos simboliza todo este proceso.
Según las enseñanzas de Pramahansa Yogananda…
El árbol de navidad nos muestra el camino de la purificación y la iluminación de la Navidad.
La base del árbol, dónde dejamos los regalos, es decir, los premios de habernos portado bien durante el año, simboliza la energía Kundalini, la densidad, la creación, la diversión y la aceptación de lo material.
Cuando la noche de Navidad desciende la energía Crística, ésta permite que se abran los regalos, siendo esta energía la que desciende de nuestra alma guiándonos el camino.
Y ese descenso de la energía divina que activa la energía kundhalini es la que activará la luz en nuestro interior, y por tanto, se iluminarán las esferas del árbol y finalmente la estrella que se pone encima de todo.
Las esferas símbolos de los chakras y la estrella superior de nuestra apertura de la glándula pineal.
¡Feliz Navidad!
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2 comentarios
Gracias Marta,
Divina Tú y Divina Meditación
Bendiciones para Ti,
que esa divina Luz, Amor y Fuerza que nos compartes
te sea devuelta infinitamente.
Que así sea y así es
Feliz Navidad, Preciosa Mujer
Muchas gracias Carmen y que el universo te colme de bendiciones!!!