Frente a la consciencia de la intimidad podemos observar el riesgo de compartirla.
Hablamos de Sexualidad y nos ruborizamos.
De pequeños nos enseñan a ocultar nuestra sensibilidad, nuestra forma de sentir y empatizar con el mundo. Ser sexualmente activo y sentir gozo y/o excitación parece, incluso, pecaminoso.
Muy lejos de lo bonito y mágico que es.
De siempre he sido una persona con mucha lívido, de adolescente me daba hasta miedo a mí misma, no sabía qué hacer con tanta energía y nadie me contaba realmente qué era lo que me pasaba.
Tenía claro que no me quería compartir con cualquier persona, que mi cuerpo era mi templo, aunque, como toda joven, experimenté y me lo pasé muy bien.
Hasta que entendí lo que implica compartir fluidos con otra persona, del mismo sexo o de sexo opuesto, esto en sí es indiferente. El hecho de compartirnos a nivel íntimo tiene muchas implicaciones.

El ser humano es un universo de conexiones y realidades que se expresan en un instante de la consciencia de nuestra alma, experimentando una realidad única gracias a todas las experiencias vividas en esta y en otras vidas.
La consciencia de la intimidad nos habla de que cuando nos compartimos estamos fusionando las realidades de las personas implicadas, generando intercambios energéticos a niveles muy sutiles, los cuales generan cambios en nuestra existencia.
De aquí las expresión de perder la cabeza a través del orgasmo. O que el semen deshace el cerebro de un hombre.
Un poco macabras, pero a cierto nivel, reales.
Tomar consciencia de nuestra sexualidad nos ayudará a superar los principales riesgos de compartirnos con otras personas, y que cuando lo hagamos lo hagamos con consciencia de saber qué está pasando y como puedo gestionarlo para que no afecte mi vida. Esto es la consciencia de la intimidad.
Nuestra energía sexual no se puede tomar en broma ni a la ligera. Es nuestra fuerza creativa por excelencia, una de las herramientas más poderosas que tenemos como seres humanos.
Intercambiar nuestros fluidos implica:
Intercambio de materia genética
Con un beso ya estamos intercambiando fluidos. La materia genética fluye de un cuerpo a otro, y cuanto más intenso es el beso, cuantas más veces se repite, más materia se intercambia.
Intercambio de estructuras sutiles
Junto a la materia genética se intercambian patrones y códigos de nuestros cuerpos sutiles, ya sean etéricos, emocionales y/o mentales.
Fíjate como dos personas que pasan mucho tiempo juntos acaban amalgamándose y compartiendo gestos y expresiones. Esto puede suceder sin necesidad de intercambiar fluidos, pero, cuando se intercambian la influencia es mucho mayor.
Intercambio de karmas y responsabilidades energéticas, incluso de otras vidas o del sistema familiar.
Con la materia genética y los patrones de nuestros cuerpos sutiles están incluidas nuestras codificaciones kármicas, así como las responsabilidades que hemos adquirido en esta vida, así como en otras vidas.
Generas un nuevo sistema de pertenencia con todas las influencias que ello conlleva.
Cuando hablo de pertenencia me refiero a algo muy sencillo, eres mujer, perteneces al sistema de mujeres, te guste o no, es así, que eres mujer y te sientes otra cosa, entonces también harás parte del colectivo de personas que se sienten como tú, y a su vez, seguirás perteneciendo al colectivo de mujeres.
Cuando te compartes con esa/s persona/s estarás generando un nuevo colectivo al que, a pesar de sanar, siempre pertenecerás.
Creas nuevos vínculos que si no les pones atención los llevarás de por vida.
Cada vez que interactuamos con una persona, generamos un vínculo, que si la relación es superficial, se deshará en seguida, pero si la relación es íntima, entonces, puede permanecer de por vida.
Sobre todo, cuando se practican relaciones sexuales con penetración y/o contacto genital.
Por mi experiencia, es posible sanar y ordenar las energías que hayamos podido absorber cuando nos hemos compartido, aunque jamás podremos deshacer la nueva pertenencia que hemos generado.
Comprender los mecanismos de la energía sexual es clave para nuestro desarrollo espiritual, en todas las escuelas, tarde o temprano se habla de esta energía, pues es la fuerza que nos permite desarrollarnos como seres humanos y como consciencias espirituales.
Te recomiendo cortar vínculos con tus exparejas, a liberarte de las energías que magnetizaste en tu pasado y a soltar todo lo que te aleja de tu sexualidad sagrada.
2 respuestas
La sexualida es la expresion mas profunda y pura del ser humano, solo hay que enfocarse en la pureza de lo expresivo, la conciensa nos llevara al entendimiento pleno y de lo que nuestra alma da es amor profundo.
Que bonita forma de explicarlo, gracias Isaac 😉