“Toda manifestación, tiene implícito un ciclo.” · Lia Bonsaver
La palabra ciclo se refiere a un movimiento circular proyectado en el tiempo, donde todo lo que nace madura, se reproduce, muere y se convierte en abono para el nuevo nacimiento. Así, cuando una semilla germina, implica la muerte de un fruto que, a su vez, obedece a la muerte de la flor.
Este ciclo de vida es el proceso natural de un organismo desde su nacimiento hasta su muerte y se repite de manera infinita. Los cuerpos celestes también se rigen por este movimiento cíclico: las estrellas giran trasladándose a través de la galaxia que las alberga; los planetas rotan sobre su propio eje y giran alrededor de una estrella; los satélites giran sobre sí mismos y alrededor de un planeta, realizando los mismos movimientos de rotación y traslación.

El flujo de la energía a través del ciclo se comporta como si éste fuera un círculo, pero también como si fuera una espiral. Si se observa como círculo, la energía fluye del principio, pasa por la mitad y llega al final para volver de nuevo al principio. Si se ve como espiral, al final de cada ciclo, la energía brinca a otro nivel donde se recapitula y se desplaza más allá del anterior.
El ciclo se puede dividir en dos, en cuatro, en ocho o más fases. La división en cuatro fases es la más conocida y difundida:
Fase 1:
El impulso de vida da lugar a que la materia comience a solidificarse y estabilizarse, “el nacimiento”.
Fase 2:
La materia empieza a tomar forma y fuerza, “el desarrollo”.
Fase 3:
Ahora la materia empieza a ser atraída o rechazada por otras materias que la complementan y se unen para llegar a la realización y culminación, “la reproducción”.
Fase 4:
Finalmente, la materia llega a su caducidad y se disuelve para volver a ser energía pura con la que se empieza un nuevo ciclo.
En el ser humano, estas fases se pueden identificar como el nacimiento, la juventud, la adultez y la vejez.
El ciclo lunar y sus fases
El ciclo de la Luna dura 28 días y, al ser el cuerpo celeste más cercano a la tierra, ejerce una influencia muy poderosa sobre todo el planeta y los seres que la habitan. Es ampliamente conocida su influencia sobre las mareas y sobre las cosechas; de igual forma, su influencia sobre los nacimientos se evidencia con el alto porcentaje de partos que suceden durante la Luna Llena. La Luna también ejerce un impacto profundo sobre las emociones, el estado de ánimo y el temperamento.
El ciclo lunar ocurre porque la Luna no produce su propia luz; su brillo plateado es el reflejo de la luz solar sobre su superficie. El giro de la Luna sobre su propio eje, tarda casi el mismo tiempo que su traslación alrededor de la Tierra, por lo que desde aquí siempre vemos la misma cara de la Luna.

En el baile elíptico de la tierra con la luna alrededor del sol, la Luna forma diferentes ángulos con respecto al sol, los que determinan las fases lunares: Nueva, Creciente, Llena y Menguante.
LUNA NUEVA:
También denominada Luna negra, o novilunio, es la primera fase lunar. Sucede cuando la Luna se encuentra exactamente entre la Tierra y el Sol, de manera que su cara iluminada no puede verse desde la Tierra. La luna ocupa el mismo grado zodiacal que el sol, es decir, está en conjunción. En esta fase solo podemos ver la Luna durante un eclipse solar.
La Luna Nueva representa el renacimiento y el inicio de la nueva etapa. Tiene la fuerza y el empuje para empezar cosas nuevas, aunque gran parte de su energía se vuelca hacia adentro promoviendo la introspección, el descanso, la recuperación y la tranquilidad; así como también la planificación.
LUNA CRECIENTE:
La Luna Creciente está en cuadratura con el sol, es decir, forma un ángulo de 90 grados con el sol, y forma una “D”.
Es un buen momento para iniciar proyectos y tomar decisiones. Hay claridad y agilidad mental, provoca mayor productividad en las tareas cotidianas. Es un momento de desarrollo y reorganización para el crecimiento personal; también lo es para para corregir malos hábitos.
LUNA LLENA:
Conocida como el plenilunio, es una fase en la que la Luna está justo enfrente del sol y detrás de la Tierra; es decir, está en oposición al sol. Su cara está totalmente iluminada, y se conoce como la luna de las cosechas.
Representa la maduración, la plenitud y por ende provoca sentimientos de alegría, vitalidad, exaltación y expansión. La luna llena es energizarte y provoca mayor receptividad y mayor actividad social. Eleva el lívido y exalta las pasiones.
LUNA MENGUANTE:
La Luna menguante vuelve a estar en cuadratura con el sol, pero esta vez, de lado opuesto del ciclo, formando una “C”.
Es el final de una fase y la preparación para empezar otro ciclo lunar. Este momento de maduración permite descartar lo que ya no sirve, potenciar lo que sí sirve y finalizar todo aquello que esté inconcluso. En esta etapa final la energía empieza a ralentizarse y da lugar a la reflexión, a la apreciación y a la gratitud de todo lo que ha sido. Es una fase de meditación y planificación; buen momento para desintoxicar el organismo y hacer ayuno.
Descubre cada mes las influencias de la Luna Llena y de la Luna Nueva en los artículos que te compartimos en Mundo Pránico, y si quieres recibirlos directamente por email, únete al Boletín de Medita con Mundo Pránico y no te pierdas nada.
10 comentarios
Muy interesante el tema de la luna y los artículos. Considero que tengo que prestarle más atención a la luna de ahora en más.
Entonces, mes a mes puedes estar atenta porque vamos a ir compartiendo un artículo de la Luna Llena y otro de la Luna Nueva… información muy útil para afrontar nuestras vidas 😉
oh sí Diana, la luna es verdaderamente fascinante.
Information de calidad con resumen educativo
Gracias por tus palabras, lo hacemos con mucho amor 😉
🙂
Muy bueno el artículo. Una herramienta mas a tener en cuenta para nuestro crecimiento espiritual.
Así es Margarita, y nuestra compañera Elsa Patricia es una sabia en estos temas, te recomiendo leer también su otro artículo: https://www.mundopranico.com/luna-nueva-de-enero/, y si te animas, Albert, este mes nos ha compartido el artículo de la Luna Llena de Enero: https://www.mundopranico.com/luna-llena-de-enero/, también súper interesante 😉
¡Feliz día de Reyes!
Me gusta este artículo
¡Gracias Ana!