· ARTÍCULO ACTUALIZADO AL AÑO 2022 ·
Durante la luna llena de Junio y el festival de la Buena Voluntad muchos eventos energéticos y astrológicos se concentran en un estrecho margen. Nos muestran la potente energía concentrada en esos precisos días, el día más largo de horas de sol, las cosechas, el verano (hemisferio norte), solsticio, fiesta pagana, fiesta religiosa, fuego, purificación, la magia de la vida, rituales y aquelarres, fertilidad, madre tierra, la luna llena después de Wesak, el festival de la buena voluntad, la invocación, la energía crística, el servicio.
Intensidad, esa es la palabra, la pregunta es ¿para hacer qué?
Como lleva ocurriendo en las últimas lunas llenas al estar localizadas al final de mes, el signo solar asociado a esa luna ha cambiado.
La luna llena de junio
normalmente es en el signo de Géminis, aire y mente, pero este año está en el signo de Cáncer, con el cambio energético y de elemento que esto supone, agua, emociones y familia.

El signo Cáncer nos conecta con la luna, doble intensidad, el elemento agua, las emociones, el subconsciente y el inconsciente colectivo de la humanidad, relacionado con el hogar, la familia o el clan, nuestras raíces, nuestros orígenes, todo lo que esta revuelto con la cuarentena.
La luna llena del 14 de junio está potenciada por todos los eventos solares y lunares, comentados anteriormente.
Cada evento energético es un impulso a la acción, de forma destructiva o constructiva, ubicado especialmente en ese ámbito familiar, que la cuarentena nos lo ha mostrado claramente, los fundamentos desde donde construimos nuestras vidas.
¿Realmente ésta es la vida que quieres vivir?
Repitiendo patrones y conflictos familiares, generación tras generación, vida tras vida, año tras año, sin ser feliz ni encontrar tu lugar en este juego de máscaras de aparente azar.

La luna llena de mayo, nos trajo la luz y las bendiciones del día de Budha en el Festival Wesak.
La luna llena de junio, nos trae la energía crística para anclar esa luz a nuestra realidad, a través del amor incondicional y el sentimiento amoroso a la humanidad, como conjunto del que formamos parte y hemos estado conectados todos, ahora más conscientemente.
Con la luna llena de junio, se celebra el festival de la buena voluntad, buena voluntad al bien colectivo, en beneficio de todos, de la naturaleza y de la madre tierra, a través de la oración, el amor incondicional y la voluntad de hacer el bien común, repartir las bendiciones de luz.
Cuando oramos normalmente lo hacemos para nosotros o nuestra familia…
En estos momentos tenemos que orar para toda la familia humana, con la oración de la Gran Invocación, la oración que triangula y nos da la estructura, de la luz divina, del amor divino y de la voluntad o poder divino, manifestados a través nuestro en beneficio de toda la humanidad.
La Gran Invocación es una oración interreligiosa que fue entregada a Alice Bailey en 1945 por los maestros espirituales, para ser trasmitida a la humanidad como herramienta de cohesión y amor incondicional, para el desarrollo evolutivo y espiritual de la humanidad.
Orar y meditar con la Gran Invocación nos permite conectar con esa consciencia evolutiva destinada a la humanidad, nos permite realizar el servicio desinteresado en beneficio de todos los reinos evolutivos de la tierra y manifestar el amor incondicional aquí en la tierra para el bien común, con buena voluntad y la voluntad de hacer el bien.