La Luna Nueva de julio se perfecciona el día 28 en el grado 5 de Leo, el signo de la autoexpresión y la creatividad, donde se exterioriza la esencia del yo. El lema de la Luna Nueva de julio es “Yo oso expresarme creativamente.”
La Luna Nueva, o Novilunio, sucede cuando el Sol y la Luna se unen en el mismo grado y signo zodiacal. Es el evento que da inicio del ciclo lunar, el periodo más fértil para “sembrar” intenciones que verán la luz 6 meses después.
Durante la Luna Nueva, el Sol, que representa el arquetipo de la conciencia, se encuentra con su amada Luna, que personifica el arquetipo del inconsciente, en un abrazo que simboliza la fuerza del espíritu por encima de lo material y efímero.
Representa también a la luz de la consciencia que ilumina la obscuridad del inconsciente, donde se guarda eso que nos cuesta trabajo ver y reconocer en nosotros mismos.
La influencia del Novilunio dura los 14 días del hemiciclo creciente que va de la Luna Nueva a la Luna Llena.
Si estás leyendo este artículo unos días después del 28 de julio, aún puedes aprovechar la potente energía de la Luna Nueva en Leo para plantar semillas de alegría, de creatividad, de iluminación y de expansión de la consciencia.
“El sol a cuyo alrededor giran tantos planetas… no se olvida de madurar un racimo de uvas”. –Galileo Galilei– (1564-1642) Astrónomo, ingeniero, filósofo, matemático y físico italiano.
El magnético signo de Leo
El León, que personifica a Leo, se presenta ante el mundo con la frase “Yo oso”, y su propósito fundamental es revelarle al mundo la esencia del Ser, a través de la autoexpresión creativa.
Leo es la autoafirmación a través del reconocimiento social, por eso es el signo del orgullo, de la dignidad, de la confianza en uno mismo, y del brillo del talento personal.
El quinto signo del zodiaco, Leo, se sitúa justo en medio de la estación de verano en el hemisferio norte y de la de invierno en el hemisferio sur. Posición que le confiere su modalidad de signo fijo, cuya característica principal es la fuerza de la estabilidad.
A Leo lo rige el Sol, el astro Rey y corazón de nuestro sistema solar; de ahí que esté asociado con la realeza, con la autoridad, con el liderazgo, con la osadía, y con la luz interior que brilla en el centro de nosotros mismos.
El Sol en Leo ofrece la oportunidad perfecta para reflexionar en aquello que hace brillar la luz interior y que llena el corazón de gozo.
La alegría, la diversión, y la expresión, son conceptos que inventó Leo, un signo que necesita sentir la vida, vivirla en toda su potencialidad y gozarla al máximo, pues la vida se trata precisamente de vivirla, sentirla y deleitarse.
Leo es un signo de fuego, el elemento que da vida, purifica y transforma. El ímpetu de Leo incita al crecimiento personal y espiritual y empuja a reconocer lo mejor que hay en uno mismo y expresarlo con alegría:
- ¿Cómo te muestras ante los demás?
- ¿Qué te divierte?
- ¿Cómo expresas la alegría en tu vida?
- ¿En qué área de la vida destacas y te sientes como pez en el agua?
- ¿Puedes reconocer en ti lo que te hace especial, único e irrepetible?
- ¿Conoces cuál es tu lugar en tu familia, en tu trabajo, en tu entorno?
- ¿Te sientes merecedor de todo lo bueno que el universo tiene destinado para ti?
- ¿Puedes identificar eso que no te permite disfrutar y gozar de la vida?
“La alegría es la piedra filosofal que todo lo convierte en oro”. –Benjamín Franklin– (1706-1790) Estadista y científico estadounidense.
La posición de los astros en la luna nueva de julio
Este Novilunio en Leo tiene un tinte muy parecido a la Luna Nueva en Cáncer del mes pasado, pues hace conjunción con Ceres, el asteroide que representa la maternidad, la nutrición, la cosecha, la creación y la procreación.
Además, sucede con una sincronicidad maravillosa, pues después de la purificación interna que se produjo en Cáncer, ahora la energía nos dirige a cuidar, nutrir y proveer para otros.
Sol y Luna están en trino a Júpiter retrogrado en Aries que vuelca su impulso de expansión hacia el interior, abriendo la puerta para iluminar generosamente lo que está oculto a nuestros ojos, lo que no podemos ver, o no queremos ver.
Se facilita ahora dejar malos hábitos e inercias del pasado, para materializar deseos rezagados. Júpiter nos regala el empuje para retomar una rutina que facilite llevar a cabo eso que soñamos.
Urano, Marte y el Nodo Norte están en una potente triple conjunción en Tauro. Urano, el señor de los cambios inesperados; Marte, el señor de los cambios acelerados; y Nodo Norte, el señor del cambio de rumbo, se unen para reiniciar, reorganizar y re-conceptualizar los valores materiales e inmateriales, a nivel personal, familiar, social y global.
Esta poderosa triple conjunción se siente como una descarga de electricidad que toca todos los aspectos de la vida. Cambios inesperados que incomodan y llenan el ambiente de incertidumbre e inestabilidad. Pero, empujan a modificar todo lo necesario para adaptarse a la nueva realidad.
Es tiempo de replantearse cómo manejamos nuestros bienes y recursos materiales e inmateriales: nuestro dinero, bienes, habilidades y valores personales y nuestra autovaloración.
Es momento de procesar emocionalmente la necesidad de sostenerse en la vida de una manera más adecuada, más moderna y más eficaz.
La energía de esta triple conjunción tendrá un gran impacto no sólo en los próximos meses, sino en los próximos años. Desfilarán ante nosotros cambios profundos en la economía, en las formas de trabajar y ganarse el sustento.
Pero sobre todo, seremos testigos de un cambio radical en la sociedad que depende directamente de lo que ahora sembramos.
Otro gran protagonista en este novilunio es Saturno retrogrado en Acuario, que está en oposición a Mercurio en Leo y en cuadratura con la triple conjunción de Urano, Marte y Nodo Norte en Tauro, formando una “T” cuadrada que se traduce como una sensación muy incómoda, con mucha irritabilidad, cambios abruptos y la dificultad para ser asertivos.
Saturno impone límites y establece restricciones en aras de una sana convivencia, mientras que la triple conjunción de Urano, Marte y Nodo Norte está imprimiendo su energía eléctrica para girar y construir una sociedad diferente, más moderna, saludable y sustentable.
Tomará tiempo para que lo nuevo reemplace a lo viejo. Mientras tanto, los cambios se suceden con una enorme tensión, pues este giro implica la renuncia a todo aquello que nos ha sido familiar y conocido, pero que ya no funciona.
Quirón, el gran sanador del zodiaco, sigue en Aries agitando los temas no resueltos del pasado que tienen que ver con autoestima y autovaloración. Mercurio en Leo hace trino a Quirón promoviendo la sanación de esos temas a través de la expresión creativa, el canto y los viajes cortos.
Por último, Plutón en oposición al novilunio marca la necesidad de terminar de asentar los cambios estructurales que se han venido sucediendo desde el 2019. La necesidad de ver y reconocer lo que hacemos mal como sociedad para diseñar los mecanismos del cambio que ya no puede esperar más.
En conclusión
La Luna Nueva en Leo se trata de quedarse quieto por un momento, voltear hacia adentro y descubrir eso que nos llena de alegría y nos hace brillar. Observar cómo encajan mis dones y talentos en el entorno que me rodea, pues es el momento de que la luz que brilla en mi interior ilumine la vida de los que están cerca de mí.
Lo importante es compartir nuestro brillo con los demás, incluso cuando se está pasando por tiempos difíciles. Pues, afortunadamente, en este mundo siempre cabe el amor y la alegría.
