Soy PAS y tengo mi lugar, ahora bien…
“Me siento un extraterrestre en mi familia”
“Soy diferente a todos, no encajo”
“Me molestan porque no soy como ellos”
¿Te suenan estas frases? En artículos anteriores hemos hablado de las características de ser personas sensibles y altamente sensibles, PAS.
Cuando nos dicen o nos decimos esto, algo se mueve en nuestro interior y nos sentimos vacíos, con tristeza y/o desubicación.
En la pirámide de Necesidades, Maslow nos habló de la necesidad de Pertenencia, es decir, todos necesitamos para sentirnos completos y realizados que pertenecemos a algo más grande.
Nuestra primera pertenencia es a nuestra familia: nuclear y extensa. Luego se amplía a los grupos de pares y amigos, a los sociales y laborales. Esta pertenencia conlleva la necesidad de sentirse útil porque ser parte de…, es también la posibilidad de servir.

En la infancia dicha pertenencia se traduce, emocionalmente, en confianza y seguridad. Y desde la motivación será base para la creatividad y autoestima porque el niño encuentra terreno fértil para expresarse tal como es y ser aceptado.
Por otro lado, en las Constelaciones, Hellinger lo confirmó con mucho más énfasis: encontrar nuestro lugar y ocuparlo es vital para el orden y el amor de nuestros sistemas.
Ahora bien, no basta con encontrar nuestro lugar, es preciso aceptarlo y ocuparlo con honra y gratitud.
Y justo hay una expresión que escucho cuando las personas pueden identificar su sensibilidad como un rasgo normal, y es: “soy normal”, es decir, la comprensión de que no hay nada malo en nosotros, somos diferentes y aportamos desde allí. Este sentirse normal es el comienzo del reconocimiento de pertenecer, de ser parte de…
Entonces, sentimos el permiso para expresarnos por lo que somos, permiso que ha sido coaccionado porque el entorno nos toma como exagerados. Y de niños aceptamos todo lo que se nos dijo acerca de nosotros.
Por ello, este reconocimiento es un llamado a sanar nuestra infancia, a ponernos en paz con las figuras adultas que limitaron nuestra expresión, la posibilidad de ser y sentirnos amados por lo que somos.
En este punto yo diría que el “tengo un lugar”, le da paso al “ocupo mi lugar”. Elijo aceptar lo que soy y ocupar mi lugar en el sistema familiar.
Y así, habiendo reconocido, aceptado y comprendido nuestro rasgo de sensibilidad, vamos encontrando nuestro lugar primero en nuestra propia vida.
La primera aceptación amorosa y compasiva es desde nuestro adulto y desde la seguridad de nuestra contención tomamos la decisión de sanar las relaciones de los primeros años de vida, que por difíciles que hayan sido, siempre podrán sanarse y transformar el dolor en fortaleza.
Si eres PAS para comenzar, te sugiero un ejercicio sencillo y muy poderoso a la vez:
- Haz una lista, formando una columna, de las características de tu personalidad que más te cuesta aceptar.
- En la columna, al lado de dicha lista, escribe su opuesto.
- Por ejemplo: Si escribo en mi lista tristeza, en la columna de al lado, escribo alegría.
- Entonces empiezo a descubrir la alegría en mi vida. Y me pregunto: ¿Cómo es? ¿Cómo se manifiesta? ¿Cómo quiero relacionarme con ella?
Y así, vas descubriendo los regalos que hay guardados en la vulnerabilidad.
Estás lleno de tesoros para compartir, cuando decides trabajar en tu autenticidad, aceptándote incondicionalmente.
Siempre recuerda honrar y agradecer a esas características difíciles porque te protegieron y te ayudaron a responder en su momento. Hoy puedes elegir conscientemente y celebrar la vida.
La clave para ocupar tu lugar siendo PAS es aceptar tu singularidad. Eres único única, nadie puede ni debe ocupar tu lugar. Así que desde la comprensión encuentras las formas de estar en el mundo que sean cómodas para ti y enriquecedoras para los grupos a los cuales perteneces.
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2 comentarios
Buenas tardes Maria,
Tengo una duda… como ayudar a un niño PAS?, el enfoque que vas presentando es fantastico como personas adultas.
Puedes darnos pistas de como poder preparar a los padres, familiares, amigos, compañeros de curso de un niño PAS? viendo que esto puede estarle afectando en su rendimiento escolar?
Gracias,
Un Abrazo
Hola Roxana,
Gracias por tus palabras, tomo nota, pues creo que es importante tratar también el tema NAS.
De entrada, hay que entender que un niño/a altamente sensible va a demandar mucha atención, su cuerpo emocional tiembla cada vez que percibe cosas que no entiende, acostumbran a reaccionar exageradamente, según el resto de personas, para ellos es la forma de quitarse de encima la sensación que les desborda.
Es entonces, cuando el niño/a altamente sensible, por mucho que le hables, no entra en razón, toda su atención está en su temblor emocional.
Lo ideal, en estos casos es abrazar al niño/a y respirar con el/ella hasta que se calme, sin prisas, hay que pensar que están desbordados y que necesitan regresar a su ritmo natural, que acostumbra a ser más pausado, aunque expresen inquietud o se pueda confundir con déficit de atención o hiperactividad.
Espero esto pueda serte útil,
con cariño,
Marta Puig