La empatía de la que tanto se habla hoy en día, empieza por nosotros, y tan necesaria para todas las relaciones.
En las PAS, Personas Altamente Sensibles, la doctora Judith Orloff, la ha llamado hiperempatía. Es un don y por eso hoy quiero que reflexionemos sobre ella y la trabajemos para que sea nuestra aliada.
La Primera empatía que empieza por nosotros:
- Es una actitud compasiva hacia nuestras características.
La capacidad empática de las PAS, como ya hemos hablado en otros artículos, gracias a las neuronas espejo, es mucho más alta.
Esta empatía está sustentada por nuestra alta sensibilidad y se complica su manejo en esta época donde las culturas son competitivas y se valora más la capacidad de gestionar muchos estímulos, que la capacidad de detectar sutilezas.
Dicha capacidad nos hace reflexivos y lo disfrutamos. Con esta forma de ser equilibramos la sobre-actividad de nuestra época, nos inclinamos al reposo y a la consideración de las consecuencias antes de actuar.
Así que el primer paso es valorar nuestra sensibilidad, nuestra empatía y abrazarla. Si nosotros nos aceptamos el mundo nos irá aceptando.

Empecemos por aplicar la reflexión a nuestro favor:
¿Te has preparado para responder con inteligencia cuando te critican?
Seguro que no, o al menos no siempre hemos salido bien libradas/os porque escuchar las críticas desde pequeños ha hecho que nos creamos lo que nos dicen, guardemos silencio y nos quedemos con el sentimiento de inadecuación.
Así que manos a la obra para poner en marcha la empatía que empieza por nosotros:
- Lista 5 frases que te repetían constantemente como crítica.
- Respira en cada una de ellas y siéntala.
- Escribe varias respuestas posibles donde tú valides y valores tu sensibilidad y tu empatía.
- Cuando lo tengas, léelo y apréndelo.
- Úsalo para Tu día a Día.
Tengamos en cuenta que todo lo que nos dicen no es contra nosotros. Muchas veces las personas no saben que este rasgo existe. Por ello, es importante explicarlo sin convertirlo en una excusa.
Otra empatía que empieza por nosotros a tener en cuenta:
- Es escuchar nuestro cuerpo.
Otro efecto que tiene nuestra empatía aumentada, como lo hemos hablado en artículos anteriores es la carga, el cansancio que sentimos en nuestro cuerpo.
Y lo que hacemos al extremo es desconectarnos de las sensaciones y el precio es la enfermedad por el bloqueo que implica la desconexión.
Para trabajar en esto, te propongo lo siguiente:
- Retoma la escucha de tu cuerpo: Sintiéndolo.
- Conecta con tu respiración.
- Lleva un diario de tus sensaciones.
Este proceso es tan bello que, sólo tomar la decisión, el cuerpo vuelve a abrirse.
Puedes también, poner algunas alarmas en tu celular para recordar respirar conscientemente, para darte cuenta de la postura de tu cuerpo y sus sensaciones.
Y si quieres hacer algo más profundo, tómate un tiempo a solas cada semana para estar contigo a través de las sensaciones corporales:
Tendida en el piso sobre un mat, en ropa cómoda, una manta suave si el ambiente es frío. Bocarriba, manos a los lados del cuerpo y piernas estiradas. Coloca una alarma con el tiempo que puedes 10-15 o hasta 30 minutos y así podrás entregarte a la observación. ¿De qué? De las sensaciones, de todo lo que surge en tu cuerpo. Si te vas a la cabeza a tus pensamientos, vuelve a las sensaciones. Si te duermes descansa, seguro lo necesitabas.

La clave sentir con apertura, aceptar, a veces las sensaciones se convierten en emociones, acéptalas abrázalas, hónralas.
Tómate el tiempo que hayas determinado para estar contigo reconectando con tu cuerpo, verás que la sanación se sentirá. Este es un paso muy importante para ser empática/o contigo misma/o.
Por último, quiero compartirte esta reflexión de la doctora Orloff: “Tú formas parte de la generación S, de sensibilidad, es decir, de las personas que rinden tributo a la compasión y a la bondad amorosa. Representas una apertura vital para que la humanidad evolucione hacia una conciencia más centrada en el corazón y más intuitiva y puedes servir de modelo para que otros aprendan a ser sensibles y poderosos” (Guía de supervivencia para personas altamente empática y sensibles. Dra. Judith Orloff. España: Editorial Sirio, 2017).
Y termino con esta afirmación para reflexionar y repetirnos porque la empatía empieza por nosotros:
Prometo honrar mi sensibilidad y tratarme amorosamente mientras aprendo a aceptar mis dones. Me valoro cada día.
¿Quieres UNIRTE al Boletín PAS
de Mundo Pránico?
Recibe información de alto interés para personas sensibles,
solo cuando realmente sea de interés te lo haremos llegar.
¿QUIERES SABER SI ERES PAS?
Cuando hagas el TEST, si eres una persona sensible, moderadamente sensible o PAS lo sabrás.
Recuerda que una persona puede ser PAS por tener un solo rasgo más acentuado que otros.
2 comentarios
Siempre me he sentido algo diferente a otras personas no ha todas obviamente ; soy empatica y he aprendido ha sentirme bien conmigo misma y siempre que puedo ayudo a los demas.Me ha ayudado mi formacion docente y como psicologa social y profesora .creo que sigo en este recorrido el articulo nombra con respeto y claridad lo que siento y pienso muchas gracias
Gracias a ti Lidia por leernos y dejarnos tu comentario 💕